lunes, 3 de agosto de 2009

VÍNCULOS

Actualmente los vínculos son múltiples, existen de todas clases, son abrumadores, y casi que no podemos prescindir de ellos. Antiguamente, cuando aun no teníamos las comunicaciones tan rápidas de las que disponemos hoy, era distinto, resultaban agradables y los apreciábamos; agrupados se podían contar con los dedos de una mano: los familiares como comunes a todos, los de compañeros que nunca faltaban, los vecinos que mal o bien ahí estaban, alguno que sé tenia en secreto, y los nuestros personales que permanecían propios sin participantes. Todos estos siendo muchísimos hoy parecen muy pocos pues la extensión experimentada llega tan lejos que no sabemos hasta donde, y además están en todas partes.
Toda la evolución es buena, aunque no lo parezca, y también es cierto que lo es para el que quiere que lo sea, porque a los que no, seguro se muestran con expresión de extrañeza, y también es cierto que no se dan cuenta.
Por ello esta situación, evolutiva a toda velocidad, se ha de acompasar a nuestro bienestar, utilizando todos los medios en la medida oportuna para que resulte adecuada a métodos que entendemos y no otros. Por ejemplo, la red, Internet, no es posible cambiarla, porque no se conseguirá, Internet es como es y así se ha de utilizar. Los vínculos de Internet son tantos que no podemos comprender hasta donde llegan, pero uno a uno o como mucho unos pocos, si que entenderemos el medio que utilizamos con los resultados que nos proporciona. Es decir, es bueno reducir su uso hasta cubrir lo necesario exclusivamente, e ignorar todo aquello que pueda confundir.

Tres ejemplos serán suficientes como muestra, y analizar la continua extensión.

Los vínculos familiares, que vienen del pasado y llegaran al futuro, ahora están ante nosotros tratando de comprometernos en multitud de situaciones, destacando entre ellos, la pareja, la madre y el padre, que se tambalean, quieren ser libres como soñaron en su juventud y no pueden porque el vinculo esta ahí, dando motivos de desavenencia, han abandonado los acuerdos y tienen desacuerdos, y aunque intentan que pase desapercibido, se les nota de lejos. Algunos piensan que cambiando de pareja quedará todo resuelto perfectamente, y no es así, existirían dos vínculos al cuadrado, con los hijos, que tendrían padre con novia y quizás madre también. Dejémonos de tonterías y apliquemos las normas mas arraigadas, las que han demostrado ser buenas, y sigamos con el compromiso adquirido en los primeros tiempos, que nos prometimos pan y cebolla para siempre, y dejemos de volver la cara, porque el otro lado esta todo lleno y no sabemos que hace allí.

Asociarnos a todo es algo que tenemos por costumbre, somos falleros, amigos de las catedrales, alumnos de parasicología, abonados para consumo de agua, electricidad, teléfono, clientes con tarjeta para recibir un mejor servicio, destinamos dinero a imposiciones a plazo fijo para mejor renta, sindicalistas de merito y hasta políticos de los mejores. Si abandonamos todos estos vínculos ocurrirá un colapso, no tendríamos que pagar a nadie de estos, ellos entrarían en crisis, todos se empobrecerían, y al repartir la tarta nos tocaría a poquito. Así que mejor dejarlo como está pues al fin y al cabo también somos propietarios y no nos interesa perderlo todo. Sigamos vinculados, pues nuestras riquezas son las más queridas.

Por otro lado estamos entre los mejor tratados por la naturaleza, conservamos la salud y tenemos buena apariencia con la colaboración sanitaria que nos asiste, sin embargo al entrar en kilos, los buenos consejos no valen, y parece ser que no hay mas solución que dejar de comer en parte, para volver a delgaditos como antes. Nos vinculamos a nosotros mismos, y consumimos lo habido y por haber, no importa la procedencia, si nos gusta vale, y si nos metemos en un lío ya saldremos, lo más importante es mantener las ideas y normas en activo pretendiendo lucimiento. Cuando conseguimos circular perfectamente erguidos, bien perfumados y con signos de grandeza, poco importan los vínculos, es cosa de otros.

Es decir, somos felices comiendo perdices. Todo un sueño.

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